Por: Rafael Ruanova | 21 de septiembre de 2018.
La implantación de la democracia en España conllevó un progreso significativo, principalmente en el ámbito social y político, con una gran expansión de los derechos civiles. Dos de los logros de mayor peso dentro de la estructura socioeconómica fueron la instauración del Estado de bienestar social y el sufragio universal para las elecciones. Además, otras decisiones de gran relevancia fueron tomadas, por lo que aquí se va a repasar algunas de las más innovadoras y vanguardistas.
El avance de la mentalidad colectiva permitió el desarrollo de varias cuestiones esenciales para una sociedad igualitaria, como la igualdad de género o las leyes sobre el aborto, el divorcio, o el matrimonio homosexual, siendo España el cuarto país en todo el mundo en legalizar esto último. Aparte, la gran competencia y eficiencia del sistema público facilitan la existencia de una condición de vida digna para todos los habitantes, es decir, nadie padece pobreza extrema.
En conjunto, es posible afirmar que estos últimos 40 años de democracia acarrearon muchas consecuencias benéficas para la vida de todos. Las características más fuertes de la dictadura, la censura y opresión, fueron finalmente erradicados, y la libertad de expresión, culto u opción sexual son conquistas importantes para la construcción de la igualdad. A fin de cuentas, fueron esas medidas que se tomaron en la Constitución las que edificaron y potenciaron el asentamiento de España como una proeminente.