Las soldaderas: mujeres armadas
en la lucha que cambió la historia de México y de la liberación en Iberoamérica

Por: Victoria Acquaviva Galvez | 22 de septiembre 2022.

Una de las historias más revolucionarias de las princesas de Disney probablemente es la de Mulán, una joven que decide pasarse por hombre y alistarse al ejército chino para que su padre, de edad avanzada, no tenga que ir. Para muchos esa historia puede sonar rara e irreal, ya que a las mujeres les tocaba hacer otro tipo de trabajo, no armado, sino labores caseras y familiares. Pero, así como Mulán, en México, un grupo de mujeres decidió unirse a los soldados durante el proceso revolucionario, y muchas de ellas tuvieron que pasarse por hombres. Son conocidas como las Soldaderas o las Mujeres Soldado.

En 1876 empieza un periodo llamado El Porfiriato, en el que el general Porfirio Díaz tomó el poder en México e inició una dictadura militar que duró 31 años. Durante este tiempo hubo un gran progreso económico en el país, pero eran las clases sociales más altas las que se hacían más ricas, los campesinos, por otro lado, estaban muy insatisfechos y en condiciones horribles de vida, pronto varios líderes populares empezaron a aparecer y sugerir una revolución.

Llega noviembre de 1910 y empieza la famosa revolución mexicana, proceso extenso para sacar a Porfirio Díaz del poder. Los campesinos se reunieron y, armados, organizaron varias revueltas militares ordenadas por varios líderes políticos con ideologías diferentes e incluso al final dos fueron asesinados: Francisco Madero y Venustiano Carranza. La muerte de Carranza (el último líder político de la revolución) es en realidad considerada como el verdadero marco del fin de la Revolución Mexicana, ya que Porfiro Diaz había dejado el poder 3 años antes. Sin embargo, los conatos de violencia continuaron hasta 1934, cuando llega al poder Don Lázaro Cárdenas, que hace una verdadera reforma agraria y expropiación de los yacimientos petroleros.

Además de ser un gran marco en la historia por haber ocurrido durante 10 años y contar con diversas traiciones, usurpaciones de poder, batallas sangrientas y una gran tristeza, la revolución mexicana fue marcada por la participación de las mujeres. Las “soldaderas” formaban parte de un grupo mayor llamado ‘adelitas” que no era solo de mujeres soldados, sino de cocineras, enfermeras y ayudantes que, además, cuidaban a sus hijos y maridos.  El nombre del grupo fue en homenaje a Adela Velarde Pérez, una enfermera que velaba a los revolucionarios heridos. La expresión se popularizó por un rumor según el cual, Antonio del Río Armenta fue atendido por la enfermera. Otra versión conocida es que Pancho Villa y Rodolfo Fierro bautizaron a una chica de clase alta de ciudad de México, Altagracia Martínez, como Adelita.

Las soldaderas después de todo su esfuerzo y dedicación, llegaron a ser reconocidas por la veteranía y la “Condecoración del Mérito Revolucionario” juntamente con los hombres, cosa que parece básica, pero es de gran importancia para las conquistas de las mujeres durante la historia. Hasta hoy, en el Archivo Histórico Militar están registrados los nombres de las mujeres que actuaron en el movimiento revolucionario, nombres estos que son recordados hasta hoy.

Carmen Parra (Coronela Alanís) se unió al movimiento cuando tenía 25 años y luchó al lado de Pancho Villa, hasta su muerte en 1941, luchando por los derechos obreros y trabajando como periodista. A Petra Herrera, en realidad, se le conoce más por la personalidad masculina que creó para unirse al ejército: Pedro Herrera. Petra luchó al lado de general Villa, hasta que él mismo negó darle créditos de la victoria de la batalla de Terrón cuando contó a todos que era una mujer, entonces creó sola un batallón de mujeres que se estima que llegó a 1000 integrantes, además de trabajar como espía y lograr el cargo de coronel, ya que el de general se lo habían negado. Además de estas dos, hay muchas otras soldaderas que marcaron la historia para siempre.

Mujeres como Carmen fueron valientes en una época donde la mujer era tan frágil que tenía que ser protegida y no el protector. Mujeres como Petra lucharon hasta el final y perdieron derechos, fueron discriminadas por soldados, generales y coroneles después de luchar a su lado y gritaron “¡Soy mujer y voy a seguir sirviendo como soldada con mi verdadero nombre!”, porque, aunque algunos aun las idealizaban en la literatura, se les negaban cargos de comando, y hasta hoy no se divulga tanto su importancia en toda la revolución. Mostraron que merecían luchar y eran tan valientes a punto de enfrentar una exhaustividad mayor que la de los hombres, caminaban mientras ellos iban a caballo y, además tenían que hacerlo todo al mismo tiempo: parir y cuidar a sus hijos, cocinar, espiar, atender a enfermos. La mujer siempre estuvo a la sombra de su marido, y todavía existe la creencia de que solo estaban en batalla para acompañar a sus maridos, pero las soldaderas como Petra y Carmen mostraron que no solo pueden luchar y ganar la batalla, sino la lucha por el derecho de la mujer a ser libre.

LAS “SOLDADERAS“ QUE REVOLUCIONARÁN MÉXICO. 2010. Disponível em: https://www.bbc.com/mundo/america_latina/2010/04/100412_sp_galeria_mexicanas_gm Acesso em: 15/09/2022
LAS SOLDADERAS DE LÁ REVOLUCIÓN MEXICANA. Disponível em: Las soldaderas de la Revolución Mexicana. https:// www.mexicodesconocido.com.mx › … Acesso em: 15/09/2022
Tosi, Marcela de Castro, Las Soldaderas: Mulheres na Revolução Mexicana de 1910. Artigo – Revista Outras Fronteiras, Cuiabá, 2016.

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