El rol de la transculturación en la construcción de la identidad latinoamericana
Por: profª. Anna Karolina M. Oliveira | 12 de septiembre de 2022.
La independencia de los países latinoamericanos es resultado de luchas políticas y sociales, y representó un gran marco en la historia de esos países. Sin embargo, ese hecho puede, también, pasar la falsa impresión de que los vínculos coloniales que unen esas culturas sufrieron una ruptura abrupta, lo que en diferentes niveles es un gran equívoco. La marca de la colonización está en la lengua, en la cultura, en los rasgos mestizos de la población, en los cuentos populares, en las leyendas. Ella está dentro de nosotros, una vez que nosotros, pueblo latinoamericano, somos resultado de ese contacto cultural. Las desigualdades sociales son resultado de un efecto cascada de explotaciones de unos y ventajas históricas de otros. Nuestras creencias son resultado de nuestras vivencias, y nuestras vivencias ocurrieron en ese sitio marcado por la explotación de la población y de la tierra, pero también por la herencia lingüística, culinaria, cultural.
El término transculturación fue por primera vez usado por el antropólogo cubano Fernando Ortiz (1940) a fin de describir el fenómeno envuelto en la construcción de la identidad del pueblo cubado, basada en el contacto con los colonizadores europeos, así como en sus prácticas en la isla, en que una nueva cultura ha emergido, cambiando todo el contexto envuelto en la construcción de Cuba como nación. El crítico uruguayo Ángel Rama (1982), por su vez, propuso una reflexión respecto al efecto de esa transculturación en la literatura, por eso acuñó el término transculturación narrativa, concepto que ese proyecto pretende explotar en esa Hispanidad. La literatura latinoamericana es extremadamente rica y diversa, pero carga rasgos comunes de la influencia colonial que se esconden en sus narrativas: costumbres, fenotipos, tradiciones emergidas a través de la fusión cultural entre el antiguo y el nuevo, resultando en personajes que representan la raíz de ese fenómeno. Además, concomitantemente, bebe en la fuente de las escuelas literarias europeas, a pesar de que desarrolla sus propios estilos, como la literatura fantástica y el realismo maravilloso.
Los alumnos envueltos en ese proyecto, por lo tanto, estudiarán cuentos latinoamericanos de diferentes países elegidos por ellos mismos, a fin de que, a lo largo de la lectura, perciban los rasgos de transculturación narrativa en la construcción de los personajes protagonistas y de las propias narrativas, que juntos representan la construcción de la identidad latinoamericana. El objetivo del trabajo es que esos alumnos reconozcan y se orgullen de las semejanzas culturales que nos unen como latinoamericanos, pero también las diferencias que vuelven la diversidad cultural de América Latina tan rica y digna de que sea apreciada.