El espectáculo de danza española celebra el valor de la amistad
Reanudando el espectáculo que tuvo inicio el 7 de noviembre, las bailarinas presentaron colores y sentimientos que expresan la fuerza de la amistad y de la cultura española

Por: Tatiana Maria de Paula Silva | 7 de diciembre de 2015.

Conjunto, unión, comunidad: la danza española coincide con la armonía y la fuerza de la unidad de los pueblos que le dieron origen. En las palmas, en el zapateo y en los movimientos ritmados, las bailarinas del Colegio y del Proyecto Cervantes Solidario, con las coreografías de las profesoras Laureana de La Iglesia y Elisabete Martins da Silva, plasmaron el compañerismo en bellísimas actuaciones de Alegrías, Rumbas, Tangos, Tanguillos, Sevillanas y otros ritmos que completaron la noche con color y belleza.

A reapresentação do espetáculo Aires de Amistad teve início com os sinuosos desenhos e o sincronismo dos xales das bailarinas do Grupo La Mancha. As alunas do Grupo Madrid, seguidas pelo compás muito bem marcado do Grupo Marbella, encantaram a plateia na Rumba del Bongo.

Con sombreros rojos, el Grupo Málaga trajo el ritmo andaluz con el Tanguillo, de Cádiz, mientras que la Rumbinha del Grupo Baby demostró, en una alegre coreografía, el perenne sentimiento de las amistades de infancia traducidas en las canciones de corro.

El Grupo La Mancha volvió a subir al escenario para retratar el compañerismo al son de las castañuelas, las palmas y el zapateo en Seguiriyas. A continuación, la alegría se apoderó de la platea con Tangos de Pepico, del Grupo Sevilla, y en las Sevillanas del Grupo Cervantes Solidario.


Fotos: Carla  Burnato

El Tango del Grupo Toledo presentó una graciosa coreografía y representó el respeto a la diversidad y la comunión entre los pueblos por medio del estribillo que decía que “no importa ser diferente”. La gracia, el ritmo y la agilidad fueron la marca en Bulerías, del Grupo La Mancha, seguido del expresivo Tarantos, del Grupo Triana.

Para cerrar el espectáculo, todas las bailarinas se reunieron en el escenario al son de Amigos para siempre, que contó con un solo emocionante de la profesora y coreógrafa Laureana que, aplaudida de pie, dejó a todos un sentimiento de nostalgia, traducido en las palabras de la exalumna Adriana Morais Farré Salazar: “Laureana baila con el alma”.

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