Fiesta de la Alegría en el Hospital Darcy Vargas
El 13 de diciembre, presentaciones musicales y talleres garantizaron la diversión en el tradicional evento
Por: Tatiana Maria de Paula Silva | 14 de diciembre de 2017.
Todos los años, voluntarios, colaboradores, pacientes y familiares del Hospital Infantil Darcy Vargas se reúnen en una gran confraternización para celebrar el fin de año. La fiesta organizada por la Contecomigo – Comisión de Humanización del Hospital – cada año, crece en público y participación voluntaria. El Colegio Miguel de Cervantes, por medio de su proyecto social, Cervantes Solidario, es asociado del hospital en varias obras y participa de la fiesta.
Además de los colaboradores del proyecto, el cual mantiene asociación con el hospital hace ocho años y participa en la fiesta hace siete, 18 voluntarios del equipo pedagógico y 15 alumnos de la Enseñanza Media y del programa de diploma del Bachillerato Internacional participaron en los talleres y actividades lúdicas del evento, que reunió este año a más de 5.000 personas.
Durante el evento, el grupo de danza española y el grupo de percusión del Cervantes Solidario animaron la fiesta. El taller de maquillaje también ofreció magia y entretenimiento para los niños.
Para muchos de los pacientes, el momento es esperado y representa un vigorizante aliento. Para los voluntarios, es evidente el poder transformador de la empatía y del cariño recibido en todo momento.
Larissa Cristina Martimiano, madre de Gustavo y de la paciente del hospital Emily, participó por primera vez en la fiesta. Para ella, el momento contribuyó al ánimo de la hija. “Por estar internada, ella estaba bastante aburrida. Ahora le está gustando y ya participó en todo “, comenta Larissa.
El alumno Tomás Lucero Dominguez, de 1ºD, cree que participar en eventos como éste contribuye a su formación como ciudadano. “Nunca estuve aquí en el hospital, pero ya hice trabajo social y me siento muy feliz de poder hacerlo. Creo que ese contacto nos hace abrir los ojos al mundo, además de transformarnos en ciudadanos con amplios conocimientos de los aspectos que marcan la sociedad y de sus principales problemas. Es un momento en que descubrimos que simples acciones pueden significar mucho, y que todos pueden colaborar con tiempo y voluntad “, concluye Tomás.
La alumna María Eduarda Antunes, de 1ºA, describió la felicidad de compartir momentos con los niños. “He venido por primera vez y he encontrado una experiencia única. Es una felicidad interior por hacer algo importante, una cosa buena, de colaborar y ver la sonrisa de los niños”.
La funcionaria Valdirene Martins Dantas, que trabaja en el área de recursos humanos del hospital hace dos años, percibe en la iniciativa de la fiesta el cariño de los voluntarios con los niños. “La fiesta hace que los familiares y los niños olviden un poco el drama que están viviendo. “Les hace muy bien a todos y la gente logra ver eso en sus ojos”.
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