Encuentros de formación compartida – Tecnología educativa

Neuroeducación e inteligencia colectiva: aspectos de la cognición en la clase

Antonio Abello Rovai | 21 de marzo de 2013

En la segunda jornada del ciclo de formación compartida promovida por el Equipo de Tecnología Educativa del Colegio, realizada el 19 de marzo, la profesora Paula Fernanda de Sousa compartió sus reflexiones acerca de los recientes avances científicos en lo que se refiere al conocimiento del funcionamiento cerebral y a sus habilidades cognitivas. En otras palabras, cómo aprendemos los humanos y, por consiguiente, cómo podemos optimizar el trabajo escolar para alcanzar mejores resultados a partir de la integración de las ciencias de la educación con nuevas áreas de investigación científica sobre nuestro desarrollo neurocognitivo.

El punto de partida de la profesora Paula fue el trabajo de la reconocida investigadora ecuatoriana Tracey Tokuhama-Espinosa (2008)1 , quien propone una comprensión del desarrollo de los diferentes estilos y ritmos de aprendizaje de cada individuo a la luz del conocimiento neuropsicopedagógico:

  • Los diferentes estilos de aprendizaje (preferencias cognitivas) se deben a la estructura del cerebro de cada individuo, que es única. Por eso, se recomienda el uso de diferentes estrategias y actividades en clase considerando las diferentes inteligencias de los alumnos.
  • Los estudiantes aprenden mejor cuando están altamente motivados, cuando reciben el feedback adecuado y cuando, en determinadas actividades, se encuentran en movimiento. El humor potencializa las oportunidades de aprendizaje, la nutrición adecuada lo favorece y el sueño tiene un impacto fundamental en la consolidación de la memoria.
  • La ansiedad, el estrés y estados depresivos son elementos que dificultan, bloquean o impiden el aprendizaje. 
  • El factor emocional en la interacción en clase juega un papel clave en el aprendizaje: el tono de voz de otras personas es rápidamente interpretado en el cerebro como amigable o amenazador y sus intenciones (buenas o malas) son juzgadas instantáneamente según sus expresiones faciales (lenguaje no verbal).
Pasando de los aspectos de la Neuroeducación relacionados con la individualidad de cada aprendiz para la necesidad de pensar la práctica pedagógica en un mundo impulsado por la tecnología, la profesora Paula de Sousa transitó hacia los conceptos de ciberespacio e inteligencia colectiva, del filósofo Pierre Lévy.

Citando el texto de una conferencia titulada “A emergência do ciberespaço e mutações culturais”2 (Lévy, 1994), Paula de Sousa enfatizó que “el espacio cibernético posibilita una comunicación muy diferente de la clásica, porque es en ese espacio en el que todos los mensajes se vuelven interactivos, adquieren plasticidad y tienen una posibilidad de metamorfosis inmediata”, destacando que “lo interesante de esa nueva inteligencia es que se trata de una inteligencia colectiva que potencializa la sensibilidad, la percepción, el pensamiento y la imaginación gracias a nuevas formas de cooperación y coordinación en tiempo real.”

Como conclusión, y en referencia a las palabras de Karin Arriagada en el encuentro anterior , Paula de Sousa recordó que “es imperativo que, apropiándose de los conocimientos que la investigación científica proporciona, el profesor repiense su papel contextualizando su práctica pedagógica en este universo nuevo y dinámico en el que la información ya no se encuentra en un solo lugar ni es algo que se transmite de forma unidireccional, sino que está en todas partes y al alcance de cualquiera que disponga de un dispositivo móvil que le permita conectarse a la red en una verdadera conexión planetaria.”




1Tokuhama-Espinosa, T. N. (2008). The scientifically substantiated art of teaching: a study in the development of standards in the new academic field of neuroeducation (mind, brain, and education science). Tesis de Doctorado, Programa de Posgrado en Educación, Capella University, Mineápolis, Minesota.
2Palestra realizada no Festival Usina de Arte e Cultura, promovido pela Prefeitura Municipal de Porto Alegre, em Outubro, 1994. Tradução: Suely Rolnik. Revisão da tradução transcrita: João Batista Francisco e Carmem Oliveira.