Geocaching cervantino
Caza del tesoro con GPS y tablets en las clases de Geografía de 7º curso
Profº Haroldo de Godoy Bueno e Grace Kelly Gonçalves | 26 de mayo de 2014.
En la actualidad, uno de los desafíos del profesor de Geografía consiste en proponer los medios adecuados para que sus alumnos puedan apropiarse de saberes que faciliten su comprensión del mundo y, al mismo tiempo, se conviertan en sujetos actuantes y transformadores de su realidad.
Los mapas y demás instrumentos cartográficos son herramientas importantes para esa comprensión, para la representación del espacio y, consecuentemente, para la construcción de los conocimientos geográficos.
Al recurrir a los recursos tecnológicos con el objetivo de volver más atractivo el proceso y facilitar la adquisición de contenidos geográficos relacionados con las matemáticas, como por ejemplo, las coordenadas geográficas, los alumnos de 7º y yo pusimos en práctica una actividad lúdica inspirada en el Geocaching, un juego conocido mundialmente, cuya finalidad es dotar de significado lo aprendido en las clases mediante el uso de GPS y tablets.
El primer paso fue elaborar un itinerario bien estructurado del juego dentro del perímetro de la escuela. Con la ayuda del profesor Marco Antonio Augusto, elegimos seis puntos, registramos las coordenadas geográficas y los marcamos en secuencia unos con otros. Terminado el “escenario” del juego, el próximo paso fue contar con la ayuda de Grace Kelly (Tecnología Educativa), quien nos sugirió usar tablets como complemento a los aparatos de GPS de que dispone el Colegio. Ella se encargó de buscar y descargar las aplicaciones adecuadas, prepararlas y ponerlas en condiciones de uso para la actividad (¡mucho trabajo!).
Cuando todo ya estaba listo, nos dirigimos con los alumnos al patio externo del colegio; subdivididos en pequeños grupos de 5 alumnos, cada uno recibió una tablet o un GPS. Con las coordenadas geográficas del primer punto, los grupos comenzaron el juego que consistía en que, por medio de la lectura de las coordenadas, tendrían que encontrar cada uno de los puntos previamente determinados en la escuela. El grupo que lograse encontrar todos los puntos en la secuencia correcta sería el ganador (¡chocolates para todos!). Grace y yo, supervisamos la actividad para garantizar el buen desarrollo y el respeto a las reglas.
Al terminar, hicimos una reunión de cierre del trabajo en la que los alumnos expusieron sus impresiones y, de esa discusión, surgieron importantes sugerencias para mejorar la actividad.
Sin duda, fue un trabajo muy enriquecedor para todos, pero principalmente para los alumnos que, en una actividad lúdica y con el uso de recursos tecnológicos, tuvieron la oportunidad de poner en práctica un contenido curricular.
Fotos: Grace Kelly Gonçalves